Después del terreno favorable y encontrarnos con la inesperada cota de Santa Lucia, tomamos algo de comida en el avituallamiento situado en ese punto, para afrontar el «GRAN PASSO GIAU«.
Este puerto se encuentra ubicado en el kilómetro 87 de la prueba y es el sexto puerto del dia. Sus rampas medias del 9.3% en una distancia de 9.5 km hacen que infunda mucho respeto y estes pensando en él durante toda la prueba.
Fui escalando poco a poco sin prisas y anotando los kilómetros que me precedían como recluso que cuenta las horas de libertad, aunque este símil quizás no sea el apropiado por que me encontraba en plena libertad y disfrutando muchísimo del ascenso.
Los desarrollos de mi bici son plato pequeño de 34 dientes y el piñon más alto de 28, en muchas ocasiones y de una manera casi inconsciente tocaba el pulsador del Di2 para subir un piñón mas, como me hubiese gustado tener un 30 o 32 🙂
Pasado el túnel, tan solo quedaban 4 km de ascenso y por fin empezaba a ver el refugio de la cima. Un refugio inalcanzable, las reviradas curvas las tomaba por el peralte mas alto para descansar las piernas de tan dura subida y por fín toqué las oscuras nubes de la cima.
Parada en el avituallamiento para comer un bocadillo de queso y jamon york, Coca-Cola alguna galleta, cuando empezaron a caer unas tímidas gotas de agua. Chubasquero Idro y para abajo.
En el primer tramo estuvo granizando unas pequeñas bolas de hielo nos golpeaban para posteriormente convertirse ese granizo en lluvia, haciendo el descenso muy peligroso.
Menuda experiencia y que paisajes tan maravillosos.
Gracias. Un lugar espectacular