
Paris Roubaix, el adoquín en estado puro
Nunca hubiese pensado que podría llegar ha vivir los momentos que os voy a narrar a continuación. Gracias a Søren (Director de marketing de Castelli Cycling) me ofrecio la posibilidad de ir a la París Roubaix 2019.
Esta actividad se encuentra englobada en una actividad que el Team Sky pone a disposición mediante invitación para sus sponsors (Garmin, Wahoo, SiS, Ford, Pinarello, Castelli Cycling, etc)
Fue difícil negarse al ofrecimiento ya que vivir de cerca una de las carreras mas importantes del mundo no ocurre todos los días.
Compiegne. Partida de esta aventura.
Después del vuelo con destino Charleroi (Bélgica) y madrugar de lo lindo ya estaba en la salida de la París Roubaix 2019.
Fue una mañana fria con tan solo 4 grados a las 08:30 AM, pero el sol empezaba a calentar levemente.
Antes de que llegase el resto de expedición tuve la oportunidad de pasear por la salida y respirar el ambiente que desde horas tempranas había. La gente empezaba ha disfrutar de un clima ciclista como si fuesen niños, ese ambiente me encantaba.
Ver los coches y motocicletas off road de Mavic para la asistencia neutra, motos de enlace con doble rueda delantera, organización de diverso tipo y los primeros vehículos de los equipos hacia ver la grandeza de este deporte y de esta prueba en particular.
Lee Kenny (Partnerships Manager Team Sky) & Dave Callan (Head of partnerships and business development Team Sky) nos mantuvieron informados en todo momento en el grupo de WhatsApp que se creo ex profeso para este evento.
Una vez estuvimos toda la expedición al completo iniciamos la marcha a las 10:45 AM en un autobús para invitados donde íbamos a ver una sección de pavé.














Tramo de pave “Troisvilles a Inchy”. Volando sobre el adoquín.
Esta fue nuestra primera parada para ver el paso de los corredores por el tramo de pavé de “Troisvilles a Inchy” una zona catalogada con dos estrellas, donde aprovechamos para tomar un bocado.
Sobre las 13:50 ya empezamos a ver los vehículos que habrían carrera los cuales anunciaban el paso de los primeros corredores escapados.
El ambiente que se respiraba en ese tramo fue increíble, cargado de aficionados de diferentes nacionalidades los cuales disfrutaban como “enanos” de vivir la París Roubaix a pie de adoquín.
Los corredores pasaron fugaces delante de nuestros rostros ya que el tramo por el que discurrieron fue corto y con pendiente descendente.
Acabando en un giro de noventa grados a la derecha y entrar en una carretera de asfalto donde se encontraban los auxiliares para abastecer a sus corredores de bebida y alimento.
Cuando los corredores transitan por los tramos de pavé puedes apreciar en sus rostros la tensión que provoca circular a mil por hora por caminos adoquinados con una concentración extrema para contralor sus bicicletas y que no ocurra ningún contratiempo fatídico.










Duchas de Roubaix
Después nos dirigimos al Velódromo de Roubaix (Francia). Lugar por el que luchan los corredores durante los 234 km para ser los primeros en cruzar su meta o incluso acabarla ya es toda una proeza.
Pudimos visitar los famosos vestuarios y duchas donde los ciclistas actuales y mas nostálgicos las siguen utilizando para limpiar sus cuerpos llenos de polvo, sudor y sangre.
Aunque la mayoría recurren a las duchas de sus autobuses que se encuentran estacionados en los alrededores del velódromo.



Velódromo de Roubaix.
Cuando accedes a ese recinto, te vienen a la memoria imágenes de corredores extenuados a consecuencia del esfuerzo tan intenso, manos con ampollas, polvo, sangre, y los recuerdos presentes que ya fueron pasado.
Poder impregnarse de un lugar cargado de historia y tocar el granito de sus muros es algo que no olvidaré jamas.
Me vienen recuerdos del ciclismo pasado donde los corredores después de realizar un esfuerzo sobrehumano tenían que hacer colas para tomarse una merecida ducha premiada con agua caliente para los primeros clasificados.
El ambiente que se respiraba en el interior del velódromo fue sensacional. Por eso este lugar es un “monumento” del ciclismo.
Esperando la llegada de los corredores.
Gracias a una enorme pantalla pudimos seguir la carrera con total detenimiento. Hasta que en un abrir y cerrar de ojos las gradas empezaron a rugir y pudimos ver como aparecía la cabeza de carrera.
Un mano a mano entre dos grandísimos corredores, el belga Philippe Gilbert (Deceuninck-Quick Step y el alemán Nils Politt (Katusha-Alpecin), la lucha fue hasta casi la linea de meta imponiendo su punta de velocidad el corredor belga Philippe Gilbert.
El resto de corredores llegaron formando grupos y es que la París Roubaix desmembra lo que pasa sobre sus manos.
El “Infierno del Norte” la climatología fue benévola con los corredores ya que la lluvia no hizo acto de presencia, pero si un frio intenso aunque estoy seguro que a los corredores les vino bien para refrigerar sus cuerpos.







El sueño se desvaneció.
El día fue larguísimo y cargado de experiencias, reencuentros y de conocer a muchísima gente del mundo ciclista.
Nuestra París Roubaix particular se diluyó en una reconfortante y deseada ducha en el Hotel Parkhotel de Kortrijk (Bélgica).
Y es que las experiencias vividas ese día no volverán a repetirse nunca, quizás en otras circunstancias viviré la París Roubaix ya que tengo pendiente una participación en su versión cicloturista, pero ya será para los años venideros.
Como gran apasionado de las clásicas, este tipo de pruebas muestran una clase de corredores que deben ser extremadamente inteligentes en su forma de correr, gestionar sus fuerzas y tener cierta dosis de suerte. La “Roubaix” no es para cualquiera.
El ciclo 2019 de clásicas ha finalizado y ahora es el turno de disfrutar de las grandes vueltas por etapas.
Video resumen.
Visita al Servicio Corse Team Ineos.
Parte del evento que el Team Ineos nos tenia preparado fue una visita al Servicio Corse que tienen ubicado muy cerca de la localidad de Kortrijk (Bélgica). Donde disponen de unas impresionantes instalaciones donde tienen su base de operaciones.
Tuvimos la suerte de poder conversar con el corredor Owain Duill (centro), Servais Knaven (director deportivo-derecha) y Emma Kennaugh (marketing-izquierda).
Como colofón y cierre salimos a rodar 40 kilómetros por los alrededores de Kortrijk con las bicicletas oficiales del equipo Pinarello.
En mi caso pude rodar con la bicicleta Pinarello K10 de Gianni Moscon, una bicicleta super reactiva que sale como un tiro cuando imprimes potencia sobre sus pedales.